¡Feliz día del Flamenco!
Desde muy niño siempre recordaré,
cuando a mi casa regresaba
por el carril del camino,
desde muy lejos oí una voz
y una guitarra que sonaba,
la voz que le acompañaba
parecía que hasta lloraba,
sentí un latido en todo mi cuerpo
como si mis carnes se me arrancaran,
de donde salía aquel toque
y aquella voz tan serrana me pregunté,
venía desde muy lejos,
de una casa que en el campo se encontraba,
me paré para oír aquel toque
y aquel cante de tanta nostalgia,
con tanto sentimiento,
el silencio del campo
parecía que el aire del cielo lo bajaba,
desde aquel día no sé que sentí
que el cante Andaluz,
lo llevo tan dentro de mi cuerpo,
que cuando oigo cantar bien
lloro de sentimientos,
y no me puedo aguantar
que de mi garganta brote un grito,
Ole, ole, bien, valiente.
Nuestra historia
El origen de la palabra flamenco está envuelta en un verdadero misterio.
La cuna del flamenco es la región de Andalucía,
Cuando bailas flamenco no sólo se mueven los pies y la falda, algo tiembla y se remueve también en tu interior.
Por eso cuando bailas, a veces te sientes sexy, a veces cursi, otras valiente, pero siempre diferente.
El flamenco se siente como una magia interna que te ayuda a sacar la luz de tu personalidad a través de movimientos.
El flamenco no nos hace más fuertes. El flamenco nos ofrece un espacio donde expresar nuestra fuerza.
El flamenco no nos hace poderosas, porque ya lo somos.
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